Opinió / Antoni Ferrer Vallespir
Gracias al fanzine El buque maldito que edita y dirige Diego López, me enteré de la muerte del catalán Juan Gallardo Muñoz, ocurrida hace ya más de siete años.
Juan, que falleció a los 84 años, fue uno de mis escritores favoritos en mi bien aprovechada adolescencia entre revistas, libros y películas. Fue un activo y muy trabajador artesano de las letras; Firmaba sus novelas de terror, ciencia ficción, acción, aventuras, policíacas y del oeste con seudónimos como el de Curtis Garland, Donald Curtis, Dan Kirby, Adisson Star y un largo etc, y llegó a escribir, a lo largo de su vida, más de dos mil novelas que fueron publicadas por las editoriales Bruguera, Toray y Rollan, que eran las que entre las décadas de los cincuenta y ochenta del pasado siglo, se preocupaban de editar este tipo de literatura mal llamada de ‘a duro’ o ‘de kiosco’.
Hijo de los actores Jose Gallardo y Matilde Muñoz, algunas de las obras de Juan fueron adaptadas al cine como Nuestro agente en Casablanca, SexyCat, El pez de los ojos de oro o Le llamaban Sacramento que en la pantalla se tituló La llamaban Calamidad. Obviamente ninguna de estas películas pasara a la historia del cine, igual que la extensa obra literaria de Juan Gallardo Muñoz, que dice la leyenda que llegó a escribir siete novelas en solo una semana, aunque lo normal, en aquellos años era que este tipo de escritores escribieran cuatro o cinco al mes.
En fin… he aquí mi sincero homenaje a un escritor, a un obrero de las letras, por los buenos momentos que me hizo pasar cuando mis veranos aun se podían contar con los dedos de las manos y los pies.


Director de la històrica revista manacorina Perlas y Cuevas. Gran amant de la lectura i expert cinèfil