Hace años que Joan Gallardo (Manacor, 1984) mezcla la halterofilia con la lectura y un camino filosófico que, a través de su blog y redes sociales, ha ido transitando por temas como la felicidad, la bondad o el miedo. Este jueves salió a la venta su primer libro, ‘Nunca renuncies a ser feliz: Derriba los 6 obstáculos hacia la felicidad’ (Editorial Penguin Random House), un guía de reflexiones y verdades.
-¿A qué se refiere cuando habla de obstáculos?
A una situación problemática que necesita de una resolución, que no puede quedarse como está.
-¿Y por qué seis y no diez, por ejemplo?
Por que son los que en mayor medida me he ido encontrando en mi vida y en mi trabajo como mentor.
-¿Los principales problemas de la infelicidad provienen o tienen su base en el miedo?
De hecho el miedo iba a ser el segundo obstáculo planteado después del conflicto interior, pero finalmente lo situé al final para cerrar de forma potente el libro y porque me interesaba la idea incapacitante que tiene. Y más bien no es el miedo en sí mismo sino la relación que tenemos con él lo que impide que tomemos decisiones que empezarían a recolocar o solventar muchas cosas. De hecho la pregunta central es ¿qué haría si no tuviera miedo?. La parálisis por miedo separa la vida que tenemos de la que querríamos empezar a conformar.
-¿La felicidad es el fin o es el medio para conseguir otras cosas?
Es el bien máximo que puede alcanzar el ser humano. Aristóteles dice que la felicidad es autosuficiente. Se puede querer más dinero o más amor para ser más feliz, pero la felicidad no necesita de otro bien para sustentarse. Quien emprende su búsqueda ya empieza a experimentarla, eso ya otorga mucha paz, porque da mucho sentido a la vida y coloca todas las acciones posteriores.
-¿Su libro es una guía?
Se podría definir como una guía o un manual para que el lector inicie su propio camino hacia la felicidad. Empieza con una disertación donde defino qué es la felicidad seguido de una defensa de la misma y después paso uno a uno por cada uno de los seis grandes obstáculos que se interponen entre el individuo y su particular conquista de la felicidad.
-Pues vayamos al grano. ¿Qué es la felicidad?
La paz interior. Es la única definición que no he podido refutar. No es ausencia de problemas, ni tampoco la alegría o el éxito por sí mismo, ni la pareja ni tener mucho dinero. Un infeliz es capaz de experimentar momentos de jolgorio o alegría y una persona feliz es capaz de hacer lo mismo con la melancolía o la rabia. Una cosa son los estados emocionales y otra los estados del ser.
La felicidad es la paz interior. Es la única definición que no he podido refutar.
-Evidentemente ser famoso no es ser feliz, aunque aparentemente se tenga todo
Un famoso puede ser feliz, pero no se debe idealizar ese camino. Tendemos muchas veces a crear distancias así para alcanzar la felicidad, y no son ciertas. A mucha gente le falla el primero de los obstáculos, que es estar bien con uno mismo. Si este punto falla, ya puedes tener lo que quieras fuera que no experimentarás felicidad alguna, solo caos interior, infelicidad.
-Por cierto, ¿qué hay de esa pseudoteoría de que los niños del tercer mundo son felices sin tener casi nada?
Si no tienes cubiertas tus necesidades básicas como la comida o la protección de una comunidad o familia, no puedes ser feliz.
-¿Ser feliz, y decirlo, tiene mala fama?
Como he dicho antes, el libro también es una defensa de la felicidad. En hilos muy populares hoy en día en las redes se promulga la “normalización de la infelicidad”. Eso es peligroso y hay un trecho muy largo que recorrer aún en este sentido. Mire, toda persona infeliz, si tuviera una pastilla para dejar de serlo de forma permanente se la tomaría sin dudar. Muchos han renunciado a la felicidad sin luchar de verdad por ella y, claro, desde esa posición lo más sencillo es criticar y señalar lo que no se ha sabido o podido conseguir. Quizá sería un buen primer paso alegrarse de corazón por toda persona feliz que conozcamos y desearla a todo el mundo, nos caigan bien o no.
La “normalización de la infelicidad” es peligrosa hoy en día
-Pero la felicidad no es estable, es decir, puedes llegar a ella y volver a perderte por el camino, ¿O no?
Cualquier persona puede llegar a desviarse de ese camino, sí, pero una vez que ha conocido la felicidad y la auténtica paz interior, créame que cualquier oferta contraria palidece.
-Me decía que hay definiciones que hacen aguas. ¿Existe pues la falsa felicidad?
Si mi definición de felicidad contiene una proposición falsa deberé declarar que mi concepto de felicidad es igualmente falso. Por ejemplo, si digo que la felicidad es la ausencia de problemas deberé aceptar la idea de que en cuanto aparezca un problema mi felicidad se desvanecerá y que, por lo tanto, cuando no tenga ningún problema la felicidad llegará a mí. Esto podría ser aceptable pero… si aceptamos esta definición lo más probable es que cuando no haya problemas tampoco seamos felices porque viviremos angustiados y ansiosos pensando en el siguiente problema que pueda aparecer. Y como todos sabemos, nadie puede ser feliz sintiendo angustia y ansiedad de forma constante.
-Su libro se estructura en párrafos cortos y condensados, ¿Por qué?
Por una estructura visual, porque quiero que se atreva a leerlo cualquier persona, hasta un chico de quince años. También porque resulta más agradable y sin artificios como en los relatos de Carver o Hemingway. Además, casa mucho con la escritura actual en internet. Básicamente está pensado para que cuando lo abran lo les tire para atrás solo por el río de palabras.
Quiero que el libro se atreva a leerlo cualquier persona
-Eso es complicado…
Es lo más complicado, pero a veces hay que renunciar a un lenguaje demasiado culto para poder hacerlo comprensible. Eso sí, sin renunciar nunca a la profundidad en los términos.
-¿Qué valores considera usted imprescindibles?
Muchos valores tienden a pervertirse, de hecho casi todos pueden llegar a convertirse en otra cosa distinta. Pero hay otros que son fundamentales y absolutamente necesarios como la bondad, la fortaleza o la humildad. No hay persona malvada que sea feliz… es imposible. Hay personas que tienen la conciencia limpia, pero de no usarla, como decía Stanisław Lem. La valentía también es imprescindible, la coherencia o la paciencia… pero sobre todo los tres primeros.
-Y aunque no sea un valor es sí, ¿la esperanza?
Si se pierde la esperanza se pierde el primer motor para la acción.
-Con todo lo dicho, el suyo es un libro filosófico
Lo es. En cada página hay un compromiso muy fuerte con el lector para entregarle la verdad. Es una versión superdepurada por los años y todo lo que hay en el texto me ha sido imposible refutarlo, y prometo que lo he intentado con todas mis fuerzas. Mi compromiso es con la verdad, no con mi opinión. Es un libro que pienso que tendrá sentido dentro de 30 años. Hay muchos textos escritos hace cientos de años que siguen teniendo toda la vigencia como ‘Ética a Nicómaco’ de Aristóteles o ‘La brevedad de la vida’ de Séneca.
Mi compromiso es con la verdad, no con mi opinión
-¿Existen muchos tratados clásicos sobre la felicidad?
No se crea, aunque se ha escrito mucho no considero que la felicidad haya sido un tema demasiado central en la filosofía. Quizá les pesara el antiguo complejo anti-intelectualista que decía que la felicidad solo era accesible al ignorante y al simple. Pese a ello, hay obras geniales como “La conquista de la felicidad” de Bertrand Russell o, como le decía, ‘Ética a Nicómaco’ de Aristóteles, que me parece la mejor. El Dalai Lama también tiene muchas reflexiones e ideas buenas sobre ello.
-¿Se puede cuantificar?
Ser feliz es parecido a estar enamorado, no se puede medir en cuántas unidades. Pese a eso entiendo que es necesaria una definición para poder acotarla.
-¿La meditación ayuda?
Hoy en día puedes estar lo suficientemente entretenido como para no pensar, para poder estar meses sin una hora de introspección. Pero al mismo tiempo vivimos en el mundo de las etiquetas, ¿meditar es estar quieto, en una determinada posición y con cojines colocados de una determinada manera?. El estado meditativo es intrínseco e innato.
-¿En qué centra el obstáculo de la pareja, a la que también dedica un capítulo?
En el egotismo y en la carencia de herramientas comunicativas porque el gran problema de las parejas no es que se comuniquen poco, el problema es que se comunican fatal. No hay pareja que rompa que no tenga algún problema en este sentido.
Hay tantos entretenimientos que muchas personas pueden estar meses sin una hora de introspección
-Hay otro entero dedicado al trabajo
Posiblemente no todo el mundo pueda llegar a conseguir su trabajo ideal. Pero entre eso y dedicar ocho horas al día a hacer un trabajo que odias hay un mundo de diferencia. Sea como sea hay además algo peor que un trabajo que odias: no poder traer el pan a casa. Por eso hay otro capítulo entero dedicado al dinero.
-¿Habrá una continuación o le gustaría escribir sobre otras cosas?
Me encantaría escribir cuentos filosóficos breves para niños. Hay una diferencia muy grande cuando un niño aprende a razonar y tiene un espíritu crítico, le da fuerza interior y coraje. ¡Es tener un poder que no morirá nunca!. Por eso me gustan relatos como ‘Juan sin miedo’ de los hermanos Grimm o ‘Cuento de Navidad’ de Charles Dickens.
-Usted también dibuja y de hecho las ilustraciones del libro son cosa suya. ¿Por qué no hay más?
Porque espero que pronto publiquen el diario ilustrado que terminé hace poco donde aúno tanto pensamientos y reflexiones con cientos de dibujos. Espero que Penguin Random House se lance porque sería magnífico.
Cercador d’històries. Redactor durant més d’una dècada a la delegació de Manacor de Diario de Mallorca