Pasaportes de pinchazos

Opinió / Lluís Abbou

¿PCRs? ¿Formularios en origen? ¿Aplicaciones de rastreo? ¿Formularios en destino? Durante el año pasado he estado sometido al lote completo. Un bastoncillo nasal demasiado entusiasta casi me saca un ojo; pruebas PCR antes de embarcar y controles de temperatura en los aeropuertos de Heathrow, Gatwick y Son Sant Joan; semanales pruebas de antígenos en la universidad; aplicaciones como RadarCovid, NHS Covid-19 o COVID-19 Symptoms by ZOE para, respectivamente, vigilar los contagios, entrar en bares y restaurantes o registrar síntomas aunque no los haya.

¿Qué he aprendido durante mis viajes de Mallorca a Inglaterra y viceversa? Necesitamos pasaportes de vacunación, y cuando antes mejor.

Los gobiernos saben que los necesitamos. Es por eso por lo que, a pesar de los recientes mensajes contradictorios, Reino Unido está trabajando con empresas de tecnología para crear una aplicación a prueba de piratería que demuestre si ha recibido la vacuna. Las conversaciones sobre una aplicación de este tipo, que se lanzaría este mismo verano, se están llevando a cabo con Singapur y Grecia. Kyriakos Mitsotakis, el primer ministro griego, ha firmado un acuerdo con Israel para dar la bienvenida a los turistas vacunados y está presionando a la UE para que acuerde certificados de vacunas digitales “para que todos podamos abrirnos rápidamente de nuevo”. Australia, Dinamarca, Suecia, Seychelles, los Estados Unidos de Biden, España, Portugal, Hungría, los Emiratos Árabes Unidos y Chipre también están introduciendo pasaportes de vacunas digitales o haciendo planes para comenzar a usarlos.

Las aerolíneas saben que las necesitamos. British Airways, Emirates, Etihad y Qatar Airways están trabajando con la Asociación de Transporte Aéreo Internacional en una aplicación de salud reconocida internacionalmente llamada Travel Pass. Lufthansa y United respaldan un pasaporte de salud llamado Common Pass. El jefe de Qantas, Alan Joyce, dice que a los viajeros no se les permitirá abordar el canguro volador sin un comprobante de vacunación. Muchas líneas de cruceros, hoteles, restaurantes, gimnasios, centros comerciales, lugares deportivos y de conferencias saben que su negocio dependerá de los pasaportes de salud durante los próximos dos años. 

Los programas de prueba existentes son útiles, por supuesto, pero no son suficientes porque no ofrecen una garantía de que los viajeros no contraigan este maldito virus y lo propaguen. Un viajero obtener un resultado negativo 72 horas antes de viajar al extranjero, pero desarrollar durante las horas (o días) previas a su vuelo ––tal como descubrió Dubai después de Navidad.

También es caro. HaloVerify, la mejor prueba de saliva del mercado y la más precisa del Reino Unido según The Sunday Times, cobra £89 (102€) por test. MyHealthcare Clinic, que hace un frotis nasal, cuesta casi el doble. Y lo mejor es que uno tiene que hacérselo a él mismo. No es algo grato meterse el mismo palillo por la nariz y luego por la boca sentado en la cama, se lo digo por experiencia propia.

Los críticos dicen que tales documentos discriminarían a las personas más jóvenes, que tendrán que esperar más para subirse a un avión. Eso es cierto, pero no tendrán que esperar tanto si los países se ponen las pilas. A todos los adultos británicos se les habrá ofrecido el pinchazo antes del verano. En cambio, los jóvenes españoles tal vez tendrán que esperar para poder viajar debido a la ineptitud de este gobierno. Algunas personas están preocupadas por la seguridad de sus datos. Sin embargo, la mayoría de nosotros estamos felices de usar aplicaciones de banca móvil. 

Las personas que no pueden recibir una vacuna por razones médicas tal vez deberían obtener una exención. Aquellos que opten por no recibir la vacuna o bien deberían tener prohibido el volar (yo voto por esa opción) o bien pueden continuar con las pruebas previas a la salida y posteriores a la llegada, seguidas de la cuarentena. No lo recomendaría: soy consederablemnte más pobre y mi nariz empieza a sentirse como un alfiler.